El debate infinito sobre la «aceptabilidad» del cuerpo de las mujeres vs el de los hombres está lejos de estar solucionado y así lo demuestran las numerosas instancias de mujeres cuyas cuentas y publicaciones han sido afectadas por el sexismo de Instagram.

Una gran parte de la popularidad de las redes sociales cuando surgieron por primera vez fue la libertad que representaban. Las redes sociales nos ofrecieron la oportunidad de ser creativos, romper con los estereotipos y de hablar sobre cualquier tema que nos apasionaban.

Eso fue hasta que Instagram comenzó a eliminar cuentas y prohibir ciertos tipos de contenido y usuarios.

Las redes sociales – supuestamente espacio de libre expresión – se nutren de la disposición de las personas a compartir eventos de su vida personal, en particular fotos de sí mismas.

Sin embargo, se acumulan las instancias de sexismo y de censura por parte de redes sociales como Instangram, comenzando por algo tan simple como «los pezones». Mientras que los pezones de los hombres son vistos como algo natural y se aceptan bajo cualquier forma o circunstancia, los de las mujeres sólo se consideran apropiados en ocasiones muy específicas: cuando se encuentran – según Instagram – desprovistos de «sex appeal».

Los pezones de un hombre no se considera contenido trangresor, de mal gusto, pornográfico o con contenido sexual, pero sí los de la mujer.

Las condiciones de uso de Instagram llevan varios años enfadando a muchos de los usuarios de esta red social.

[…] Por diversos motivos, no permitimos que se publiquen desnudos en Instagram. Esta restricción se aplica a fotos, vídeos y determinado contenido digital que muestren actos sexuales, genitales y primeros planos de nalgas totalmente al descubierto. También se aplica a algunas fotos de pezones femeninos; sin embargo, sí se permiten fotos de cicatrices de mastectomías y de lactancia materna. También se aceptan desnudos en fotos de cuadros y esculturas.

EXTRACTO DE las normas comunitarias de Instagram

Doble estándard y líneas difusas

Es según esas normas que el algoritmo de la red social controla el contenido que vemos cómo usuarios y decide qué perfiles pueden ser visibles y cuáles no. A partir del contenido que publica cada cuenta, el algoritmo establece un juicio de valor donde la balanza de la censura se inclina siempre más hacia la censura del cuerpo femenino, así lo demuestran los numerosos testimonios de mujeres, artistas y asociaciones de víctimas de shadowbanning.

El mismo tipo de polémicas se producen en Facebook, cuyas condiciones de uso son muy parecidas a las de Instagram.


El ShadowBan y la censura indirecta


Probablemente ya habéis escuchado el popular término del “shadowban” o “baneo en la sombra» de Instagram. Se trata de una táctica que consiste en el bloqueo parcial o en la reducción de la visibilidad sobre todos aquellos perfiles que están realizando acciones consideradas “ilegales”.

En un shadowban, el usuario no está del todo bloqueado y puede utilizar la plataforma como normalmente lo haría e interactuar con otros usuarios, pero su contenido puede ser ocultado o mostrado con menor prioridad en el algoritmo.

Oficialmente, se trata de prevenir tanto contenidos sexuales, ofensivos o de incitación al odio como otras actividades abusivas orientadas a conseguir aumentar sus métricas, cómo por ejemplo la compra de falsos seguidores.

Todo esto tiene sentido cuando se trata de clickbait, noticias falsas y acoso, que nadie quiere en Facebook o Instagram, pero la realidad es que hoy nos encontramos frente a una actividad de censura constante de cualquier contenido que implique la desnudez femenina bajo cualquier forma no «convencional» de la sociedad puritana estadounidense.

Tampoco debería sorprendernos que Instagram ha estado consistentemente dirigido por hombres, desde los fundadores hasta su CEO actual Adam Mosseri. Juzgad por vosotros mismos:

https://www.instagram.com/p/CB5vtBXJNxN/

Por qué las mujeres están cambiando a “Hombre” en su perfil de Instagram


Son muchas las usuarias que recurren a este “truco” y cambian su género en su cuenta, marcando su perfil como «hombre» en lugar de «mujer» u «otro”, con resultados sorprendentes.

Muchas mujeres que probaron el cambio comprobaron un beneficio sorprendente en términos de participación evidenciando que el algortimo de Instagram estaría dándole mayor interacción a los perfiles masculinos.

El algoritmo potencialmente sexista y las personas de género no binario.

En el año 2019, la revista digital Salty dedicó una de sus portadas a Rain Dove, la modelo andrógina y no binaria poniendo una foto del modelo en top-less que inmediatamente Instagram bajó alegando que violaba las pautas de la plataforma.

“Nuestro mundo digital ha sido creado para y por hombres cis, heterosexuales y blancos. Cuando escriben los algoritmos, incorporan todos sus prejuicios y suposiciones en los programas, y ahora todos vivimos en el mundo digital que ellos mismos crearon.”

revista digital Salty

Mientras que la primera publicación de @raindovemodel fue eliminada, la segunda sigue visible desde la cuenta.

https://www.instagram.com/p/BkibsngHp73/?taken-by=raindovemodel

Rain Doveel primer modelo Genderfluid del mundo ha ido mucho más allá cuestionando las estrictas normas de género en su industria y trabajando para grandes marcas. Su sola presencia está sirviendo para romper con los rígidos cánones que imperan en este mundo.

Si ya es conocido que la plataforma censure los pezones de las mujeres y no el de los hombres, se olvidan de incluir en su términos muchas más personas como aquellas que no se definen ni como hombre ni como mujer: las personas no binarias o de género fluído.

Según Guy Rosen (Vice presidente de Integridad de Facebook) y Tessa Lyons (Jefa de Integridad de noticias en el feed):

“…una publicación sexualmente sugerente seguirá apareciendo en su perfil si sigues la cuenta que la publica, pero […] el hecho de que algo esté permitido en una de nuestras aplicaciones no significa que deba aparecer en la parte superior de News Feed o que deba recomendarse o que deba poder anunciarse”

En otras palabras, mientras el usuario es supuestamente libre de utilizar la herramienta «Explorar» de Instagram para ver contenidos de sus interés, ya sabemos que la inteligencia artificial delimitará qué contenidos son de interés para cada usuario en función de su historial de actividad. Si sigues y demuestras interés por muchas cuentas de culturistas, por ejemplo, puedes esperar encontrar publicaciones sobre planes de entrenamiento y batidos de proteínas en tu “feed” de Explorar.

Por el contrario, es poco probable que vayas a encontrar imágenes «sexualmente sugerentes» si no hubieras ya estado buscando publicaciones similares o si no has mostrado interés por ese tipo de contenido.

Sin embargo, nuestra verdadera libertad de elección se encuentra muy limitada – por un lado por el algoritmo y por el otro debido a la censura de cualquier tipo de interés considerado NSFW (Not Suitable for Work).

Aunque elijas por voluntad propia ver cuentas de strippers o bailarinas de pole dance, es muy probable que Instagram te muestre solo unas pocas que haya considerado como «suficientemente púdicas» – tal y cómo lo demuestran los miembros del movimiento «Everybody Visible».


Luchando por recuperar el derecho a mostrar el cuerpo


Everybody Visible es un movimiento que se lanzó en Julio del 2019 cuando los hashtags de pole dance usados por profesionales y amantes del pole dancing fueron prohibidos de repente y bloqueados en Instagram. Los miembros de la comunidad de bailarines de pole se unieron a las y los artistas de Striptease para combatir juntos la discriminación en contra de ellos y demostrar que no estaban infringiendo las reglas de Instagram.

Empezamos a notar discriminación en todas partes. No eran solo bailarines de barra. Todo tipo de mujeres que se expresan, personas trans, folk LGBTQIA, yoguis, artistas, fotógrafos, la comunidad BBW, feministas, activistas de discapacidades, educadoras de sexo y parto y profesionales del fitness han estado reportando problemas. No estábamos solos. Ha estado sucediendo durante años y está empeorando.

everybodyvisible

Para personas como Jacqueline Frances por ejemplo, una stripper, artista y cómica que reside en Nueva York, Instagram es una herramienta de divulgación vital.

Frances depende de Instagram para sobrevivir, porque así puede vender sus libros, camisetas y arte llegando a muchas personas en todo el mundo. Teniendo sus publicaciones silenciadas le hace menos visible y se le hace aún más difícil llegar a sus seguidores.

La cuenta de más de 188k seguidores de Frances, se eliminó a principios de este año a pesar de que no violó ninguna de las pautas de la comunidad. Instagram lo restableció después de que ella presentó múltiples apelaciones a través de la aplicación.

https://www.instagram.com/p/CBylXt1l_Cq/

Similarmente, los hashtags relacionados al pole dancing fueron restablecidos después de que 18,000 personas firmaran la petición pidiendo a Instagram su desbloqueo. Un representante de Facebook/Instagram presento disculpas y la mayoría de los hashtags fueron re-aprobados.


Las pruebas del sexismo de Instagram


Estamos solo viendo la punta del iceberg ya que todo es empezó hace poco más de 2 años. Sin embargo, ya se van acumulando las pruebas del sexismo de Instagram.

El año pasado, una investigación de Tech Crunch demostró que el algoritmo clasifica a la imagen de una mujer con escote revelador a la par con una imagen de un hombre masturbándose.

Aún mas alarmante son las conclusiones publicadas por Salty tras una extensa investigación sobre las condiciones de uso (no públicas) de la red social, dónde se reveló varias regulaciones acerca de las mujeres y sus poses en bañador, ropa interior o partes de sus cuerpos que se consideran inapropiados.

Según ellos, cada parte de la política interna de Instagram demuestra que son las mujeres y sólo las mujeres quienes están en el punto de mira por parte de las regulaciones y que son prácticamente inexistentes las regulaciones relacionadas con la desnudez entera o parcial de los hombres.

Los algoritmos se basan en políticas, y las políticas son creadas por humanos: humanos con prejuicios y humanos que a menudo trabajan para proteger los intereses de sus clientes corporativos.

Extracto de «Exclusive: Victoria’s Secret Influence on Instagram’s Censorship Policies» publicado en Salty

Lo único que consigue Instagram con esta postura es fomentar la misma cultura que por siglos ha reducido el cuerpo femenino a objeto indigno de reconocimiento intelectual. El resultado es que, de la misma manera que en el pasado escritoras exitosas tuvieron que utilizar pseudónimos masculinos para poder publicar sus obras, hoy nos toca declararnos hombres en las redes.

Eliminando o bloqueando trabajo creativo de comunidades ya reprimidas, apoya y crea un mundo desequilibrado e injusto. ¿No era eso justo lo opuesto a la idea inicial de la red social? En su mismísima declaración de principio, Instagram declara: «TODOS SON BIENVENIDOS. Nos comprometemos a fomentar una comunidad segura y solidaria para todos.»

Eso era Instagram en sus inicios: una plataforma de creatividad, un espacio para hablar libremente de temas apasionantes – supuestamente asequible a todos y todas.


El Arte en la era de la Inteligencia Artificial


La artista feminista y queer Venus Libido a menudo crea ilustraciones sobre temas de sexo y relaciones humanas. Como muchos artistas visuales, Venus apoya una gran parte de su carrera profesional en la red, utilizándola para dar a conocer o promocionar su trabajo. Y claramente la gente también quiere ver su trabajo ya que la artista cuenta con una comunidad de más de ¡123,000 seguidores!

Aún así, Venus se hizo viral por la prensa y las RRSS hace poco, después de que su cuenta se haya borrado completamente por parte de Instagram.

https://www.instagram.com/p/CDHjgFBJYRy/

Después de una petición pública enorme, el caso de Venus se hizo viral e Instagram se vio obligado a abrir de nuevo su cuenta. Como Venus, la mayoría de los artistas y performers (y ahora aún más) se apoyan en Instagram para tener un ingreso estable. Quitándoles o borrándoles la cuenta (sin razón alguna de las veces) el sexismo «protector» de Instagram solo causa mucho daño tanto a nivel artístico como personal.

Desde EEUU a UK o a España, de la ilustración a la fotografía, lo mismo sucede una y otra vez sin que nadie lo pida.

Este es el caso muy reciente de la artista de Hair & Makeup valenciana Sandra Rigby. En una des sus publicaciones, nos comenta con tristeza cómo tuvieron que «censurar» con maquillaje los pezones de la modelo en una sesión de fotos para poder postear la imagen en las redes sociales.

https://www.instagram.com/p/CEJuoHOqj43/

Como prevenir el shadowban?


Pues… mientras no seas un hombre blanco, es prácticamente imposible. Cada día surgen denuncias de personas que han visto sus cuerpos «relegados a las sombras» a pesar de no haber publicado ningún tipo de contenido ilegal o sexual. Mujeres pero también personas de color, personas queer, personas plus size y trabajadoras sexuales.

Así el caso de Georgina Horne, modelo e influencer con 321k seguidores quién escribió en su cuenta:

“Definitivamente me han hecho shadowban en Instagram; puedo decirlo porque mis publicaciones nunca aparecen como «publicaciones principales» en hashtags con pocas publicaciones, y mis “Me gusta” se han reducido enormemente. Si yo fuera una mujer delgada que publica contenido similar, esto no sucedería. Los cuerpos gordos están siendo silenciados, y no estoy de acuerdo con eso. Publico contenido que sé que de hecho empodera y envalentona a los demás y, sin embargo, como mi cuerpo no es «perfecto», tengo una desventaja.”

https://www.instagram.com/p/CD7V75VpSUo/

Actualmente, los creadores de contenidos no tienen pautas sobre lo que constituye el límite y lo que es aceptable; no hay nada en las reglas o términos de servicio de Instagram que ni siquiera menciona lo que califica como contenido «inapropiado» o no recomendable.

La cuestión ahora es: cómo empujar a Instagram a mejorar su proceso de categorización de contenidos y re-evaluar qué contenidos se clasifican como infractor y cómo asegurar que esas decisiones son tomadas según consideraciones inclusivas, no influenciadas por el sexo o la religión de los moderadores, sino por el respeto de los derechos humanos universales y de la libertad de expresión.

Con la inteligencia artificial involucrada en este proceso, esto podría convertirse en otra situación en la que se considera que Instagram y por supuesto Facebook eluden sus responsabilidades a favor de la eficiencia algorítmica, pero esta vez eliminando o degradando demasiado contenido en lugar de muy poco.


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