Shackleton, la agencia de publicidad creativa, y el equipo de innovación de Accenture han colaborado desde 2019 para desarrollar una nueva máquina vending. El resultado es “Data Pro Quo” donde se pagará con datos, en lugar de con monedas.
Una nueva experiencia de pago: los datos
Aparenta igual que cualquier otra máquina “vending”, pero cuando el usuario trata de comprar un artículo y se dirige al display de pago, no hay ranura para una moneda ni lugar donde poder pagar con tarjeta, sino que hay una pantalla en la que se responden unas sencillas preguntas para que los datos queden registrados y sean útiles y accionables.
Uno de los primeros datos que solicita la máquina es el email de la persona, a continuación se pasa a preguntas del rol profesional, y según sea su puesto en la empresa se enfrentará a un reto u otro en los próximos meses.
De esta manera “Data Pro Quo” consigue una experiencia de usuario fluida y entretenida. Es una manera de implicar en un rol de juego a sus usuarios.
“La experiencia es el nuevo campo de juego en el que se necesita diseño y creatividad, pero también estrategia de negocio, tecnología y datos. El uso de estos últimos en la toma de decisiones es fundamental. Por ello, hay que ir hacia un modelo cada vez más inteligente, tanto de operaciones como de procesos.”
Carmen López Muñoz, Managing Director de Accenture Interactive
Diferente por su diseño, sus productos y su apuesta por el juego
«Data Pro Quo» no deja indiferente ningún tipo de artículo que pueda ser necesario en la vida cotidiana de los trabajadores. Una máquina “vending” que cuenta con 13 productos de papelería, 10 de electrónica y 55 de alimentos y bebidas, lo nunca visto hasta ahora en una máquina “vending”. Además, los precios se categorizan en A, B y C, que corresponden con los grupos de las preguntas. Es decir, los productos de la categoría A requieren responder a las preguntas A, y así sucesivamente.
No cabe duda de que esta nueva fórmula de compra ya no es atractiva solo por el diseño de la máquina, sino porque te sumerge en un rol de juego divertido, sin hacer que se pierda el tiempo, y gestionando los datos de las personas de forma segura y con acceso restringido en el servidor.
Aunque la tecnología avance cada día y el mundo digital sea cada vez más una realidad absoluta, nunca antes se había llegado a una implementación tan lúdica de los datos en lo que concierne el precio y la forma de comprar.
El comportamiento de los consumidores ha cambiado al mismo ritmo acelerado con el que las nuevas tecnologías han cambiado la forma de comprar. Ahora, la experiencia de compra debe ir más allá, pues los compradores exigen nuevas propuestas conectadas con el mundo actual. Reinventarse o morir.