Big data, cloud computing, 5G… palabrejas del mundo digital que vinieron para quedarse. Aparecen un día sin previo aviso, y con el paso del tiempo, ya son una más del vocabulario de nuestro día a día. Y como no, esto sólo acaba de empezar. Dejen paso que llega el ME-TA-VER-SO.
Facebook pasa a llamarse Meta, haciendo que el metaverso esté más de moda que nunca. El motivo detrás de este gigantesco movimiento es, según Zuckerberg, preparar el terreno para darle la bienvenida a este revolucionario concepto.
Esta decisión corporativa se ha interpretado por muchos como un intento de lavado de imagen tras la vorágine reputacional que sufre la compañía, debido en gran parte a las recientes declaraciones aplastantes de su ex gerente de producto Frances Haugen.
Por un lado, Zuckerberg define este concepto como el siguiente capítulo de Internet, ofreciendo un mundo virtual paralelo a la realidad en el que todos podremos interactuar. Por otro lado, Haugen augura un futuro no tan esperanzador para esta nueva propuesta, calificándola de distópica.
El nuevo universo digital que va a transformar nuestras experiencias online
El metaverso, término que apareció por primera vez en la novela distópica Snow Crash de Neal Stephenson (1992), será la nueva forma en la que utilizaremos internet.
¿Y qué es esto del metaverso? En pocas palabras, la creación de un mundo virtual donde las personas puedan interactuar, vivir experiencias e incluso trabajar.
En medio de este boom, Facebook anuncia que a partir de ahora será Meta, un cambio de rumbo aprovechando la decadencia de su reputación. El nuevo nombre ha producido millones de búsquedas online para la consulta específica de Meta, la palabra del momento.
Así, Facebook bifurca su actividad profesional. Por un lado, las redes sociales conocidas por todos: Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger; por otro lado, su nueva dirección: metaverso y Quest. Además, toda la compañía cambia su nombre a Meta en honor a los nuevos horizontes.
Según Mark Zuckerberg, esta nueva dirección empresarial descansa en el concepto de presencialidad. Un espacio virtual 3D, en donde los 2.500 millones de usuarios de Facebook se materializan en forma de avatares pudiendo hacer miles de actividades.
El director ejecutivo propone una realidad virtual en la que sentirse realmente presente, pudiendo interactuar con otros usuarios, algo así como sumergirte dentro de una pantalla.
Este nuevo mundo será accesible a través de cascos o gafas de realidad aumentada que te permiten una entrada 360 a este universo.
El objetivo de esta propuesta no se enfoca a meras interacciones entre usuarios. Esta realidad quiere ir más allá, creando su propia oferta, como productos o experiencias, que sólo sean consumibles en el metaverso, generando así una verdadera economía interna.
Ante esta avalancha de novedades, Zuckerberg asegura la protección de datos de los usuarios como premisa principal.
En contraposición a esta fascinante promesa, Haugen alza su voz en el parlamento europeo.
Facebook no es la primera empresa interesada en dar alas a esta revolución
Aunque Facebook parezca un pionero en esto de apostar por el metaverso, es sólo una de las diferentes empresas que han decidido apostar por este cambio. Epic Games, creadores de “Fortnite” o Roblox, plataforma de videojuegos creativos referente a nivel mundial, han invertido grandes cantidades de capital en este revolucionario concepto.
Otros movimientos que se acercan al concepto de metaverso son, por ejemplo, la organización de eventos dentro de un propio videojuego. Es el caso de la mencionada Fortnite, que llevó a cabo conciertos como el de Marshmello o Travis Scott. Para este último, más de 12 millones de personas se registraron para ver al rapero.
Un glitch en el Metaverso: Facebook vs Haugen
A principios de mes, la ex-trabajadora de Facebook Frances Haugen volvió a comparecer, esta vez en el Parlamento Europeo, para demandar medidas reguladoras gubernamentales ante el paso imparable del titán tecnológico.
Uno de los puntos que más preocuparon a la compareciente fue lo adictivo que puede llegar a ser este prometedor nuevo mundo.
En el mes de septiembre, Frances, experta estadounidense en gestión de productos algorítmicos ya denunció públicamente las prácticas abusivas de Facebook, los llamados “Archivos de Facebook”, criticando a un algoritmo que premia el contenido polarizado y afecta de pleno a la salud mental de millones de usuarios.
De hecho, Facebook sabía que Instagram era “tóxico” para los adolescentes. De acuerdo con una investigación publicada por The Wall Street Journal, el 32% de las adolescentes encuestadas afirmaron que cuando no estaban cómodas con su cuerpo, Instagram les hacía sentir aún peor.
En esta ocasión, la preocupación de la detractora aumenta, augurando que esta nueva opción va a desconectar a muchísimos individuos de la sociedad debido a un mayor nivel de inmersión. El atractivo, la adicción y el falso sentimiento de unión pueden ser factores críticos según afirma Haugen.
Se pone otra vez en entredicho la verdadera intención de Facebook, ahora Meta. Zuckerberg afirma que esta nueva realidad será beneficiosa tanto para el usuario, como para el medio ambiente y la economía, pero, ¿verdaderamente se antepone el beneficio colectivo a los ingresos millonarios de la plataforma? Haugen afirma que no.
El “lavado de cara” en formato sci-fi
Este año no ha sido un buen periodo para la plataforma. Las puestas en duda de su ética profesional han ido in crescendo y su reputación se ha hecho pupa.
Ante este panorama, Facebook toma el rumbo del cambio y promete al usuario una nueva realidad en la que mil y una opciones son posibles, y donde la protección del usuario es una prioridad.
Después de todas las filtraciones y acusaciones, ¿confiará la gente en un mundo que Zuckerberg construyó para mantener a resguardar sus datos privados?
¿Han escuchado por fin la voz del pueblo o es un lobo con piel de cordero?
Sabremos el desenlace de aquí a 10 – 15 años, fecha estimada donde Facebook predice el culmen de este proceso.