Para ella nada es inalcanzable. Inspiradora y referente, Concha Wert es una mujer líder, capaz de lograr todo en el mundo de la Publicidad y fuera de él. Directora general de El Club de Creativos, Concha ha superado barreras y obstáculos para llegar a la meta. De escribir noticias al cielo, la Directora estudió periodismo y más tarde despegó hacia el ámbito de la Publicidad. Tras el despegue, ha sido una de las pocas mujeres en puesto directivo y contribuyendo al cambio hacia la igualdad en el sector. Con constancia y esfuerzo, Concha ha hecho de su vuelo una trayectoria en publicidad digna de admirar.

Concha y su historia: fuera clichés, hola igualdad

Allá por 1999, cuando la figura de la mujer quedaba relegada a un plano secundario, hubo mujeres que consiguieron romper los esquemas y postularse como responsables de altos cargos en el mundo de la comunicación.

Concha Wert lleva más de dos décadas siendo Directora General del c de c, ​​una entidad que se define como una ONG con más de 600 socios para mejorar y defender la creatividad.

El club de Creativos

Concha fue una de las precursoras de este proyecto que lo define como una “criatura con muchos padres” y según cuenta ella, cada vez más madres. Wert comenta que en el c de c, en las primeras juntas directivas había pocas mujeres pero esto se ha podido corregir y en los últimos años hay bastantes. Desde hace cuatro años la presidencia la ocupa una mujer –son mandatos de dos años—y a partir de septiembre, cuando se renueve la presidencia, volverá a ser mujer.  Además, en el equipo son mayoría mujeres y Concha apunta que no ha sido por discriminación positiva, sino porque eran idóneas para los diferentes puestos.

Concha Wert cuenta que recibió la propuesta de poner en marcha este proyecto y desde que comenzó, ha podido trabajar con una gran libertad y siempre con el apoyo y colaboración de los socios.

Del síndrome del impostor en Periodismo a volar en Publicidad

En muchas ocasiones e incluso la mayoría, la vida no es una trayectoria lineal en la que ocurre lo esperado. Además, en el mundo de la comunicación, hay muchas direcciones y caminos conectados. El periodismo ayuda a la publicidad, la publicidad aporta creatividad al mundo periodístico y la comunicación audiovisual es el centro de cada spot.

Si no que se lo digan a Concha Wert, quien estudió Periodismo e hizo un máster en este ámbito y ahora está adentrada de lleno en el mundo de la creatividad publicitaria.

Concha trabajó unos años como periodista en distintos medios y su último puesto fue en una revista llamada Anuncios con la que entró en contacto con la creatividad y, según cuenta, marcó la dirección de su trayectoria profesional.

De su etapa como periodista, Concha expresa que vivía un drama continuo con cada línea que escribía, lo que ahora se denomina Síndrome del impostor. “Pensaba que con cada texto que enviaba se iba a descubrir que yo no sabía escribir” – confiesa.

Además de esto, y en paralelo, impartía clases de Historia de la Publicidad en la Universidad Nebrija y, entre la revista y el c de c, estuvo en una consultora que hoy es Scopen, lo que le dio una visión de la industria y claves muy relevantes.

Así, Concha, cuyo ritual antes de entrar a trabajar es atravesar andando El Retiro, muestra una gran actitud polifacética con experiencia como periodista, consultora, publicitaria y directiva. “He desempeñado papeles muy diferentes pero complementarios, en los que tenía que aprender nuevas tareas que enriquecían a las demás, lo veo como un encadenado en el que cada eslabón es necesario para el siguiente”-comenta.

Mujer imparable contra la desigualdad

Por desgracia, continúan existiendo desigualdades en el mundo de la comunicación y barreras para las mujeres que hacen que se vuelva más complicado para ellas alcanzar sus metas. No debería ser así pero el género muchas veces es un condicionante a la hora de alcanzar altas posiciones y subir en el escalafón. Techos de cristal que romper y muros que derribar, las mujeres tienen que superar una carrera de fondo para lograr sus metas y objetivos.

Concha Wert, con su gran experiencia en el mundo de la comunicación, indica que ha visto desigualdades y, en ciertos momentos, ha sentido que su género le hacía “invisible e inaudible”.

“He asistido a reuniones donde era la única mujer y siempre había una voz por encima de la mía” – expresa Concha. Sin embargo, la Directora explica que estas desigualdades fueron más frecuentes en su etapa anterior al c de c.

“En el ámbito de los creativos no he vivido situaciones de ese tipo pero esto no quiere decir que este sector sea más igualitario en cuestiones de género, aunque lo debería ser, porque es un sector que se precia de ser progresista” – expresa Concha Wert.

La conciliación, ¿un privilegio difícil de alcanzar?

También la Directora explica que se siente una mujer privilegiada por haber podido compaginar perfectamente su vida personal y profesional con su actividad en el c de c que es mucha a lo largo del año pero especialmente en el pico entre diciembre y mayo. En estos meses sus jornadas son muy intensas pero organizadas porque “mis hijos ya son mayores y mi pareja siempre ha compartido el trabajo de casa y el cuidado de los hijos” – destaca.

Además, Concha habla de mujeres referentes como su primera jefa, responsable del área de  literatura en español y portugués en una biblioteca de Estados Unidos. La periodista comenta que fue una de las primeras mujeres que le pareció que “representaba a un tipo de mujer diferente a la idea que yo tenía”. Concha comenta que le impresionó su seguridad sin imponerse a nada ni nadie. También habla del lujo y lo inspirador que ha sido ver a Uschi Henkes y Judith Francisco como presidentas y creativas en acción.

Cuestión de género, rechazo y capitalismo salvaje

La publicidad evoluciona, cambia, se transforma. El mundo ya no tiene sentido sin un móvil en la mano. Desde la televisión hasta los Instagram stories o Twitch, la publicidad ha experimentado una evolución enorme. Hoy en día Internet manda y es imprescindible para que la gran mayoría de marcas conecten en tiempo real con sus consumidores.

De este cambio puede hablar bien Concha Wert con más de dos décadas observando el talento creativo. Como cambios importantes, la Gerente apunta la fragmentación de medios y la aparición de redes sociales que ha creado una “red viaria” que es nueva y que, por tanto, se han tenido que construir vehículos para circular por ellas.

Y a la par que evoluciona la publicidad, evolucionan las personas. La Directora cuenta que actualmente, se han marcado unas líneas rojas en la sociedad que también se pueden ver en publicidad y tienen que ver con “cuestiones de género, con la sostenibilidad o con el rechazo del capitalismo salvaje como propuesta válida”.

Mujeres y publicidad: ese famoso y diminuto 3%

Es muy escaso el número de mujeres en puestos directivos, ese famoso y diminuto 3%. La dificultad que tienen las mujeres para lograr altas posiciones se muestra en las estadísticas y el techo de cristal es una triste y cruda realidad. ¿Ha mejorado esta situación? Concha Wert indica que se ha avanzado muy poco. Pasos pequeños en una situación que en pleno siglo XXI debería evolucionar de forma constante y veloz, a muchos km por hora.

La Directora comenta que en el c de c están actualmente terminando un estudio para ver qué cambio se ha producido en los dos últimos años y ha sido muy pequeño: “el porcentaje de puestos directivos ocupados por mujeres en todos los sectores, variaba ligeramente en publicidad y se podía llegar al 5%, lo que sigue siendo ridículo” – afirma.

Concha añade que en los departamentos de creatividad hay mayoría de mujeres en los niveles intermedios y el porcentaje va disminuyendo según se sube por el escalafón.

Parece que el mundo avanza a pasos muy pequeños aunque haya mujeres como Concha que demuestran que se pueden superar todas las barreras y que las mujeres son capaces de todo y más.

Y a las futuras creativas imparables Concha les dice que se quiten dos cosas: la presión y las barreras. “Con la perspectiva que dan los años y el haber vivido situaciones muy diversas, creo que, si no hubiese sentido la presión de estar siempre a la altura y hubiera tenido mejor concepto de mí misma, me hubiera sido todo un poco más fácil”, expresa.

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