John Lewis, la famosa marca británica de grandes almacenes, ha sido el punto de mira una vez más.
Desde que la compañía comenzó años atrás su tradición navideña, sus spots festivos se han convertido en todo un fenómeno de masas que pone a prueba las skills lacrimógenas del público.
No obstante, no es todo amor. Con su última campaña, los almacenes han recibido críticas inesperadas en forma de quejas, que ya van por 337.
El spot controversial se titula “Let life happen”. Una campaña de la marca con el fin de promocionar su nuevo servicio de seguro de hogar, aludiendo a todo aquello que pasa entre cuatro paredes cuando te dejas llevar, con un carismático protagonista en escena.
Un niño “vestido de mujer” objeto de queja
Let life happen retrata la desatada y arrolladora performance de un niño por toda la casa. Al ritmo de Edge of Seventeen de Stevie Nicks, coge prestado del armario prendas de su madre y se maquilla para la ocasión. Desmelenándose con una actitud imparable, pone la casa patas arriba.
A pesar de su frescura y la visibilización de un insight tan real en la vida de muchos, ya son 337 los particulares que han impuesto una queja al spot.
Según la ASA (Advertising Standards Authority), las quejas se dividen en diferentes categorías.
Por un lado, aquellos que se horrorizan por ver a un niño caracterizado de forma, lo que socialmente se considera, femenina. Por otro lado, los que aluden al carácter sexualizado de la pieza, afirmando que si se tratara del caso de una niña saltarían todas las alarmas.
La pieza a su vez recoge más dislikes que likes en la plataforma YouTube, con 4k de personas que se declaran in en contraposición a los 8k que están out. Quizá el estar in o out de esta campaña va más allá que “una simple campaña”.
Desestacionalismo y verdad, la fuerza de la nueva publicidad
El género, a pesar de lo que parece a simple vista, se sugiere como un producto completamente cultural. A cada de estas dos categorías socialmente construidas, le suelen corresponder ciertos “packs”. En este caso, la creatividad de John Lewis ha roto la caja y ha ido más allá.
Esta acción propone ser libre sin ningún remordimiento. A su vez, pone de manifiesto la necesidad de abogar por la expresión e identidad queer en los más jóvenes.
Con una campaña así, desvinculada de estacionalismos LGBTQ+ friendly y realmente insightful, encontramos una pieza publicitaria digna de ser acuñada como el know how del futuro a la vuelta de la esquina.