Satisfyer el juguete más vendido del año que ha cambiado el concepto de los juguetes eróticos y la masturbación femenina.
Justo hace un año desde que Satisfyer marcó un antes y un después en el mundo de la publicidad con su brillante campaña de marketing y el movimiento social que ha generado. Pasó de ser un objeto erótico estigmatizado conocido por pocas personas a que la masturbación femenina deje de ser un tabú y se reinvindique el acto de correrse como algo natural y necesario.
A día de hoy, apenas no hay nadie que no sepa qué es el Satisfyer pero para los despistados, el Satisfyer es un juguete sexual centrado en el placer clitoriano que promete llegar al orgasmo en poco más de un minuto.
Un juguete sexual que vende placer femenino y que se ha convertido en todo un éxito comercial. Con su método innovador, sus acciones de marketing y las promesas de dar placer a la mujer han llevado al juguete sexual a ser uno de los productos más vendidos durante la campaña del Ciber Monday en Amazon.
Y luego nos sorprendemos porque una mujer robó cuarenta para repartirlos entre sus vecinas.
Sin embargo, lo más importante del éxito del juguete no reside sólo en sus cifras y ventas sino también en el logro y el cambio de mentalidad en la sociedad a través de los mensajes en la publicidad. La sexualidad femenina deja de ser tabú para la mayoría de las personas. Personas públicas como Silvia Abril comienzan a hablar abiertamente de ello e incluso a probarlo, a la cómica catalana le trajeron un succionador de clítoris durante el programa que hace en la Cadena SER y no dudó en utilizarlo.
Moderna de pueblo: La publicidad con influencers agota en tiendas el Satisfyer.
Esta viñeta de Moderna de Pueblo ha sido la responsable de agotar temporalmente las existencias del succionador de clítoris de la marca de juguetes eróticos y complementos Platanomelón.
La colaboración de Raquel Córcoles, la ilustradora que está detrás del personaje de Moderna de Pueblo con Platanomelón, supuso un punto de inflexión para este tipo de productos, ya que gracias a acciones de marketing como éstas, la propagación en medios de comunicación y redes sociales unido a la revolución feminista de moda y el empoderamiento de las mujeres hacia su autoplacer, ha hecho que Satisfyer sea el «talk of the town» y que las redes se inunden con comentarios como «Por fin se habla del orgasmo femenino«, «ya era hora de que nosotras también contáramos», etc.
A partir de este momento y usando la estrategia del boca a boca, las mujeres empezaron a usarlo y hablar bien de él, con sus amigas, parientas, comentarlo por las redes sociales y debatirlo en su día día. Se presentaba así, al succionador de clítoris como un acto de revolución sexual.
El resultado del éxito también lo podemos entender porque se ha hecho el epicentro de memes, de gifs, de tweets y lo convierte en un elemento de la cultura pop del siglo XXI.
“Mónica y el Sexo” y el succionador de clítoris.
Campañas con estrellas como Mónica Naranjo y su programa “Mónica y el Sexo” de Amazon Prime, demuestra el impacto que ha tenido el juguete erótico. Campañas que tratan el producto como una herramienta normal y cotidiana que usas en tu día día hace que las mujeres cada vez no solo hablen más del producto sino también demuestra que la masturbación es algo normal y no algo vergonzoso que se tiene que esconder.
Un boom que otras marcas ajenas al placer sexual de las mujeres también han querido aprovechar.
Un gran ejemplo es el de Toyota y su campaña para San Valentin:
“Llega San Valentín y todos pensamos en lo mismo: pisar el acelerador y darle rienda suelta a nuestra pasión. ¿Pero cómo conseguir que todo sea perfecto? Inspirados en el deseo que despierta el Toyota Yaris llega… ¡el Yarisfyer! Una fragancia excitante para el coche que hará subir tu pasión y la de tu acompañante hasta la zona roja del cuentarrevoluciones.
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Se trata de un ambientador para el coche con aroma de colonia masculina.
Satisfyer, Satisfyer, Satisfyer.
Hemos pasado de tratar de normalizar la conversación y visibilizar la masturbación femenina a hablar directamente de succionadores de clítoris, sin rodeos ni eufemismos.
Hasta el día de hoy era algo que no se había conseguido, y por mucho que series como Girls o Sexo en Nueva York trabajasen por visibilizar la masturbación femenina, ha sido el Satisfayer con su estrategia de selección de perfiles con credibilidad como influencers, actrices y un discurso poderoso de empoderamiento de la mujer en redes sociales -sobre todo, en Instagram- que ha logrado normalizar una tipología de producto y la masturbación femenina que generalmente había sido un tema tabú en la sociedad.
Las redes sociales han tenido un papel muy importante en esto ya que han democratizado y viralizado de manera muy rápida la apología del autoplacer femenino e implantado una conversación más abierta que nunca sobre la sexualidad femenina.
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