Hace unos días, la marca de moda de lujo Balenciaga, se ha visto envuelta en una polémica tras la publicación de su última campaña en la que aparecían modelos infantiles sujetando o al lado de un objeto aparentemente sexual como muñecos de peluche adornados con accesorios y prendas asociadas con las prácticas sexuales fetichistas como el bondage.
La campaña tenía el objetivo de promocionar la nueva línea de accesorios y bolsos de la marca. A simple vista, las fotografías de la campaña resultan tiernas y artísticas, pero cuando se va adoptando más conciencia de la representación, se aprecian los elementos sexuales que rodean a los niños.
Las fotografías formaban parte de la campaña navideña de Balenciaga. Después de haber sido criticada desde su lanzamiento, la marca se ha visto obligada a retirar las fotografías ofensivas.
El desastre de Balenciaga, la hipersexualización de menores y osos sadomasoquistas
La campaña de modelos infantiles vistiendo ropa de Balenciaga Kids pretendía con estas fotografías promocionar las nuevas mochilas de la marca en forma de oso. Para ello, escogieron a diferentes niños, sin tener en cuenta que esos osos de peluche que publicitaban, llevaban tangas de encaje, arneses de cuero y correas de estilo BDSM.
Aunque el objeto principal de la campaña fuera la mochila-oso ofensiva, en su página web la marca ha utilizado una de las escandalosas imágenes de la campaña para promocionar otros artículos de su gama de accesorios, como tazas de café reutilizables, gafas de sol, petacas y hasta un arnés para perros.
Una disculpa insuficiente
A raíz de todas las críticas y la lluvia de tuits, la marca ha tenido que recular y disculparse en su cuenta principal de Instagram, a través de una story. En ella, la marca recalca que lamenta lo ocurrido: “Nos disculpamos sinceramente por cualquier ofensa que nuestra campaña navideña pueda haber causado. Nuestras mochilas de osos no deberían haber sido mostradas con niños. Hemos eliminado inmediatamente la campaña de todas las plataforma”
El fotógrafo, Gabriele Galimberti, fue el encargado de la campaña. Este se excusó ante el escándalo acusando a la marca y quitándose responsabilidad: “Como fotógrafo, sólo se me pidió que iluminará la escena dada, y tomara las fotos de acuerdo con mi estilo característico. Como de costumbre en un shoot publicitario, la dirección de la campaña y la elección de los objetos mostrados no están en manos del fotógrafo”.
Twitter arde con la campaña de Balenciaga
Muchos padres, madres, influencers y famosos han manifestado su descontento ante la campaña en Twitter, calificándola de “espeluznante” e “incómoda”.
Todo el revuelo que se ha formado en Twitter contra la marca va acompañado del Hashtag #BalenciagaGate evidenciando que los consumidores no están de acuerdo con la comunicación de Balenciaga hasta el punto de “darle puerta”, es decir, eliminarla del mercado.
Otras muchas críticas fueron dirigidas a la cadena de toma de decisiones que dio a luz la campaña. Fotógrafos, directores creativos, redactores, directores de arte, productores, … La campaña pasó por muchas personas y ninguna pensó “espera un minuto, esto está mal”.
La segunda polémica para Balenciaga en solo unas semanas
La marca de lujo no solo ha causado revuelo por las imágenes infantiles sino que además, se ha visto envuelto en otro conflicto al introducir en el bodegón de la campaña de Balenciaga en colaboración con Adidas, un elemento controversial, el documentos del fallo judicial sobre la pornografía infantil. La marca se disculpó también por lo ocurrido con sus seguidores a través de Instagram.
Balenciaga ha puesto una demanda a raíz de la aparición del documento en la campaña. La marca de lujo presentó en el Tribunal Supremo de Manhattan, una demanda de 25 millones de dólares contra la productora encargada de tomar las fotos y contra el escenógrafo Nicholas Des Jardins.
Las campañas de Balenciaga que fueron demasiado lejos y el hundimiento de una imagen de marca
Balenciaga se ha convertido en una de las firmas de moda más revolucionarias. Su éxito ha estado plagado de polémicos diseños como un bolso con forma de bolsa de basura o unas zapatillas sucias. Con esta campaña, la marca ha trasladado su polémica desde sus diseños hasta su comunicación, con dos campañas que fueron demasiado lejos.
–El problema de la moda tratando de convertir cualquier cuerpo en un objeto de deseo-
Generar controversia no es nada nuevo para la firma Balenciaga. El principal problema es que la marca, a través de dos campañas publicitarias lanzadas en la misma semana, se ha metido en el inconsciente de los consumidores hasta terminar normalizando un tema tan delicado, como la sexualización infantil. Un problema que ya existe en el mundo de la moda, en el que cualquier cuerpo puede convertirse en un objeto de deseo.
El caso de Balenciaga es un claro ejemplo de campaña que pretende ser «rompedora» pero, con un mensaje equivocado y muy perjudicial para la sociedad.